¿Por la selva?. ¡¡Nunca más!!

¿Por la selva?. ¡¡Nunca más!!

Cansado de tanto llano y monótonos paisajes, decidí cruzar Camboya de este a oeste por caminos de tierra atravesando la selva.

Desde Stung Treng cruce el río Mekong en barca…

…y sin poder encontrar a alguien que pudiera explicarme la dirección que tenia que seguir, o por lo menos el camino por el que debiera empezar, me puse a pedalear por un camino que poco a poco empezó a dirigirse hacia el norte, así que en el primer camino que salio hacia el oeste, me desvié y tuve la suerte de que fuera uno de los tres caminos que podía elegir, desgraciadamente  el más difícil.

Los primeros 40 kilómetros fueron fáciles y placenteros, por un camino decente atravesando humildes aldeas y la gente que talando árboles se gana la vida con la madera y carbón vegetal…

De repente el camino parecía que quería desaparecer, pero pude ver un pequeño sendero que seguía la misma direccion. Al principio parecia inofensivo…

…pero tardó poco en convertirse en selva…

Aquí es cuando posiblemente empiezan las peores cuatro horas de mi vida.

Sin darme cuenta me encontraba atravesando una selva espesa rodeado de cientos de moscas que picaban y parecían girar alrededor de mí (más tarde averigüé que esas moscas en inglés se llama “horse-fly” y en gallego “ladras”).

Aunque estuviera nublado y hubiera poca luz  tuve que ponerme las gafas para evitar que estos estúpidos y desagradables animalillos fueran a chocar contra mis ojos una y otra vez. Aaunque parecían entretenerse con mis orificios nasales y orejas,  os aseguro que cuando esto se repite cada segundo durante más de 4 horas, mientras pedaleas, empujas la bici por barrizales que te cubren hasta las rodillas, puede convertirse  en una pesadilla. Y se convirtió.

Perdí la cuenta de las veces que me caí, muchas de ellas intentando aplastar a estas moscas endiabladas mientras me picaban, dejando tan solo una mano en el manillar.

A pesar de este infierno pude disfrutar, una pequeñísima parte, de la belleza que una selva ofrece con sus cantos de pájaros que llegan de entre los árboles, en armonía con los ruidos de miles de insectos o  atravesar una nube de mariposas volando.

El bosque tenia un olor ácido por la fermentación de las frutas que caían de los arboles.

La temperatura era perfecta,  pero a lo lejos se escuchaban truenos. Lo único que faltaba era que se pusiera a llover.

Y así fue.

Al pasar entre la zona del bosque mas virgen y tupida fui a parar a un pequeño claro cubierto de hierba, desde donde pude observar una gran nube gris que se iluminaba con un gran rayo. El cielo se estaba cubriendo con nubes más oscuras.

Empezó a correr un aire más fresco, el viento empezó a soplar  y a levantar las hojas de los árboles. En un brevísimo momento comenzó a diluviar.

Los charcos se habían convertido en riachuelos y tuve que recorrer mas de 20Km bajo la lluvia que provocaron que, al final de estos, las zapatas de los frenos se hubieran consumido y yo tuviera que frenar con las sandalias.

El transportin delantero se me soltó y gracias a que me robaron las llaves de allen en Laos, no pude arreglarlo hasta que llegué a la siguiente aldea que estaba a 40Km de la última que había dejado atrás.

Sin frenos, lloviendo, atacado y mordido por las moscas, con una alforja delantera suelta y sin saber cuando encontraría la ansiada aldea, sí es  que existía,  y yo seguía pedaleando encima de mí bicicleta, que con las alforjas pesa 65kilos.

¿Que más me podía pasar?…..

Por lo menos no pise ninguna mina de las muchas que quedan de después de la guerra …

Al final, sobre las 5 de la tarde, fui a parar a una pequeña aldea. Un extranjero que llega en bicicleta, lleno de barro, por un camino que llega de la selva mientras está lloviendo. La bicicleta va cargada de cosas. Encima no habla ni una palabra de khemer. ¿¿¿¿ ????? ¡¡¡¡ !!!!

Sorpresa e  incredulidad, eso era lo que reflejaban las caras de los paisanos.

Afortunadamente en esa aldea había un grupo de 4 geólogos chinos, que llevaban 2 meses  explorando la zona en busca de metales, concretamente hierro.

Yong, el mayor de los 4, hablaba bien inglés, y me ofreció cenar con ellos y dormir en su casa.

El día no podía acabar mejor…

…pero al día siguiente tuve que empezar con un radio roto…

Sabia que el esfuerzo iba a tener una muy buena recompensa. Ya estaba más cerca de los templos de Angkor Wat.

17 thoughts on “¿Por la selva?. ¡¡Nunca más!!

  1. Javii, que cuadrados los tienes macho-men. Mucho ánimo, que por lo que cuentas en esta aventura ya estas cerca del “arca perdida”. Un fuerte abrazoo!! y pronto te escribo con mas calma. 5.0

  2. Mucho animo! ole ese ciclista! maaadremia….lo estaba leyendo y flipando con la situacion. un abrazo

  3. Buenoooooooooooo. Me puedo imaginar el rato que pasaste, menos mal que tienes una voluntad de hierro y no hay quién pueda contigo (y esas puñeteras moscas menos).
    Gracias a tus crónicas y fotos podemos compartir los buenos y “menos buenos” momentos de este apasionate viaje, lo que es un placer. Un abrazo muy fuerte y sigue con ese ánimo y tesón.

  4. Ay Javieriño que casi te comen las moscas “ladras” , así es como se llaman en gallego y son lo peor, puaj!!. Cuidate mucho.TE QUEREMOS ENTERITO!!!!!

  5. Kabir, desde la oficina de jakarta in working hours of course, flipando como si estuviera yo en la bici. me he acordado de cuando estuvimos en Maninjau y estuve buscando a Mónica cayéndome en los charcos sólo que con moto 😉 a ver si antes de que acabe esta aventura me escapo y nos vemos en…dónde toque!

  6. jajajaaaa!!que gran tipo eres Kbiki!!! buscando asuntos asi digo yo que te embarcarias en esto no?? Life is life!! y como es…al final esto queda por encima de un paseito tranquilo y relajado…no habria mucho que contar!!

  7. Brutal… tienes que tener, a pesar de todo, una gran estrella pegada en el culo, porque … vaya, vaya, vaya!! Dale duro a la vida, que parece que se deja!

  8. toma ya ! . . menudo aventurón !!! . . qué locura . . es mu tremendo lo tuyo

  9. Llego aquí desde ‘La Comunidad’ de ‘El País’. Interesantísimo ‘blog’ tienes. Yo también hago mis pinitos contando cosas. Tu nos pones preciosas fotografías de tu ‘viajazo’.
    Minas (?), moscas, barrizales,…. Toda una experiencia.
    Un saludo.

  10. Acabo de leer tu artículo de la Vanguardia.com!! olé olé y olé!! Kabir, que en árabe significa GRANDE… un abrazo muchacho (qué arte tiene Conrad añado)

  11. Muy muy grande cada capítulo de tu aventura…y lo narras de una manera que parezca que somos nosotros los que lo estamos viviendo (eso sí desde mi oficina en Madrid…)

    Ten cuidadito con las moscas y sobre todo con las minas y sigue actualizandonos regularmente tus periplos que yo espero cada entrega más que un capítulo de Falcon Crest

  12. Suas Dei!!!!!
    La verdad es que te esperen los templos del Angkor al final del camino,… es un gran premio amigo…cuando te decidas a ponerle a la bici un sidecar, me avisas que me voy contigo, creo que en camboya los hay baratos…yo voy a seguir sumergiendome en la aburrida selva de apuntes…
    un fuerte abrazo
    Lii Jai

  13. Madre míaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!
    ¡¡¡Ganitas me dan de irme ahora mismito para allá!!!!
    ¡Huevón!!! ¡Qué envidia más sana!
    ¡¡Disfrutaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!

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