De la selva a la sabana.

De la selva a la sabana.

Seguía avanzando por la selva disfrutando de la sombra de sus árboles y el ruido del viento sobre sus ramas más altas.

Tardé varios días más en alcanzar la carretera principal.Un oasis de tierra roja prensada todavía en construcción -por una empresa china- por donde avanzar era tan fácil que los kilómetros parecían más cortos, aunque los días más largos.

La distancia que me separaba de la vegetación no eran más que unos pocos metros, pero esa plena armonía con la exuberante naturaleza de los últimos días había desaparecido casi por completo.

Se agradecía de todas formas avanzar más rápidamente.

Con intención de llegar a  la Cuvette occidental,la región más inhóspita de la República del Congo(no confundir con el otro Congo, el que se hace llamar democrático y no lo es.) ,  mi mapa señalaba un pequeño sendero que por unos 200km recorrería paralelo la frontera con Gabón hasta llegar al parque nacional de Odzala.

Una región donde el ébola es endémico y  en una de las últimas epidemias redujo las poblaciones de gorilas en un 90%, con su posterior contagio a la población humana….

_DSC1835

Tuve la suerte de cruzarme con unos eco-guards,un grupo paramilitar que lucha contra la caza furtiva de varias especies protegidas, especialmente  elefantes y primates, me avisaron que por ese sendero “ya no pasan ni los pigmeos”

No tuve más opción que continuar  unos 700km por esa nueva y recién estrenada carretera la cual disponía entera para mi.

Los pocos vehículos que pasaban por ellas eran de trabajadores chinos, que no saludaban  pero me guiñaban con los dos ojos al verme pasar.

En un país algo más grande que España y con tan solo 4 millones de habitantes, de los cuales casi la mitad vive en la capital Brazzaville, las distancias entre poblaciones eran enormes.

La gente en los poblados era agradable ,muy respetuosa y muy hospitalaria.

Por la desértica carretera podía escuchar el canto de los pájaros  y en una ocasión el grito avisando de mi presencia por un grupo de chimpancés, que desde un árbol contestaban a mis gritos en un intento de comunicarme con ellos. Sobre el asfalto pisadas, y boñigas, frescas de elefante.

El paisaje selvático después de algo más de 1000km recorridos comenzaba a hacerse  monótono y aburrido,pero fue cruzar la línea del ecuador y el paisaje cambió drásticamente.

Llegaba así a la sabana ecuatorial…

_DSC1996

…donde los espacios cerrados  de verde oscuro de la selva eran ahora  grandes espacios de verdes claros…

Desde los altos volvía apreciar la inmensidad del paisaje al no estar escondida por la vegetación…

_DSC1948 copy

No había sombra que protegiera del sol ,y con el paso de los días la humedad se acumulaba al igual que el calor, hasta que un gran torrencial de agua volvía a bajar las temperaturas y así vuelta a empezar.

Me despedía así de los ultimos pueblos de pigmeos.Este fascinante grupo étnico capaz de vivir en uno de los terrenos más hostiles del planeta:la selva.

_DSC1793 800px

Han sido capaz de resistir casi intactos a la influencia de otras culturas.

Cazadores y recolectores han sabido mantener su amplio conocimiento de la selva generación tras generación, aprovechando así toda la riqueza de su entorno: desde medicinas tradicionales a técnicas de caza.

Otros han sido absorbidos poco a poco con la llegada del “progreso”, y han dejado la vida tradicional por vidas más “modernas” abandonando su rica cultura.A estos no es difíciles verlos desde por la mañana completamente ebrios trabajando en la recolecta del cacao.

Fácil de reconocer no solo por su pequeña estatura , sus manos y pies enormes, sino por sus afilados y limados dientes perfectos para comer carne.

Llegué al cruce donde debía girar al oeste con intención de rodear el parque nacional de Odzala con la esperanza de cruzarme con algún animal salvaje.

Los precios del parque quedaban fuera de mi alcance. Una noche alojado dentro del parque suponía mi presupuesto de medio año:1000 euros.

Aquellos turistas que pueden permitírselo suelen ser los que llegan en avioneta, no en bicicleta.

A medida que avanzaba hacia el parque por caminos de tierra y arena volvía a cruzar  la línea del ecuador, y la sabana se repartía mis horas del día  con espacios de selva.

Por estas tierras la dieta se limita a  mañoca. No es que en el resto de África haya mucha variedad, pero era ahora el único alimento disponible en muchos días este insípido tubérculo cocinado en hojas haciendo una especie de masa dura que funciona como  tapón intestinal. En los pueblos en vez de pedirme medicamentos para malaria u otras enfermedades me pedían para el estreñimiento.

Más tarde vi en un taller como también lo usan para reparar  neumáticos.

Pedaleando lentamente sin perder el equilibrio sobre la arena eché de menos mis días en Londres donde en cada esquina había un lugar donde comerse un grasiento kebab.

En ese momento noté una mancha negra en medio del camino y cuando levanté la vista de frente me encontré con un gorila que intentaba cruzar el mismo camino, y al igual que yo parecía sorprendido y asustado.

¡Quien es ese tipo tan blanco sobre esa moto que no hace ruido!

A escasos 5 metros  cruzamos las miradas mientras empezaba a gritar a la vez que salía corriendo para escabullirse en la vegetación.

En un suspiro regresé  del restaurante de kebabs de Londres donde se encontraba mi mente.

Me costaba entender la situación. ¿Un gorila?¿Me acabo de cruzar con un gorila?

Si hubiera sido en bajada con más velocidad me hubiera chocado con él.

Y me entró la risa.

Desde la vegetación escuché el movimiento de las ramas mientras el sonido del gorila desaparecía entre la selva.

_DSC1837 copy

Al rato llegué al pueblo donde se situa la entrada y oficinas del parque y tuve la gran suerte de conocer a Erik,el director, que  desde  el primer momento  no dudó en ofrecerme su ayuda.

Al día siguiente estaba durmiendo en uno de los hoteles dentro del parque…

_DSC1861 copy

Mi primera noche en una cama en los últimos dos meses.

Lo que mas llamó mi atención no era el diseño ni la localización insuperable, sino cosas tan sencillas como el agua corriente y una bombilla encendida iluminando la oscuridad.

En la noche se podían distinguir a los elefantes junto a sus crías acercarse a unas salinas a beber agua.

Para volver  por el camino me crucé con una hiena y varios búfalos salvajes.

8 thoughts on “De la selva a la sabana.

  1. Gracias por tus crónicas, nos devuelven a la Naturaleza Libre. Disfruta, vive y cuéntalo!! Gracias amigo

  2. Hola Javi, me encanta verte tumbado descansando! Estás haciendo lo que nos gustaría hacer a todos….y nunca nos atrevimos, es por éso que disfrutamos tu aventura con emoción…aunque desde el sofá

  3. Me ha encantado este relato !!! Jajaja Chinos que guiñan los ojos , chimpancés que quieren cotillear , pensamientos de gorilas , y ……… hacerte amigo del director del parque !!! Eres único !! Y anda que lo del estreñimiento ….. Estabas inspirado , eh ? Gracias por compartir. Cuídate

  4. Me haces envidiarte! Yo acabo de volver de mi pequeño viaje de 6 meses en bici hasta Senegal, y si te descubro antes no vuelvo!!
    Muchas suerte compañero. A mi me ayudaba a seguir para delante la incertidumbre de no saber qué va a pasar hoy!
    Un abrazo

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *