Y por fin…¡selva!

Y por fin…¡selva!

Después de cruzar gran parte del Sahel en Senegal y cruzar el diminuto país de Gambia (aquí el relato de la entrada al país), nos dio la bienvenida  la temporada mas cálida del año. El encuentro con el océano Atlántico fue tan deseado como la llegada de las lluvias, las cuales llevábamos sin ver desde el año pasado, y  todavía nos quedaban un par de meses para volver a sentirla.

La brisa fresca del mar no era lo único que nos regalaba este maravilloso océano, sino abundante pescado para complementar nuestra pobre dieta…

Natalia empezaba un voluntariado en un centro de alfabetización para adultos en Kafountine, en la región de Casamance, y en esos meses decidí continuar mi camino no antes sin pasar un par de semanas de descanso. Mi culo inquieto me pedía movimiento y puse rumbo hacia el sur dejando las comodidades y una vida tranquila, hacia uno de los países más pobres del mundo, Guinea-Bissau, al otro lado de la frontera.

Los días de paz, descanso y  disfrutar de las visitas de amigos y familiares que recibimos en Kafountine fueron sustituidos por largas jornadas bajo un sol abrasador  ahora en soledad y os mentiría si os dijera que no se me hizo duro.

Las comodidades de Senegal desaparecieron una vez cruzada la frontera. No había electricidad y fueron semanas las que tardé en volver a ver una bombilla encendida. En las tiendas difícilmente se encontraba algo que no fuera recarga de saldo para el móvil, mayonesa, y aquello que en temporada te brindan los árboles, que ahora eran  anacardos.

El negocio de las telecomunicaciones ha invadido el continente. Un pueblo puede no tener escuela, luz ni agua, pero sí cobertura. Los más avispados se hacen con un generador y por 100 francos te cargan el móvil en una improvisada caseta…

…y es que  en los países más pobres no falta  imaginación…

…y uno sabe divertirse con poco…

Una breve parada en la capital, Bissau, de aires cálidos y húmedos, donde el único refugio del sol eran las sombras de los gigantes árboles del mango, todavía con sus frutas madurando sobre sus ramas, a la vez que sus raíces levantan las aceras poco a poco, ofreciendo un aire todavía colonial a las avenidas destartaladas y casas de arquitectura portuguesa donde sus techos se empiezan a caer.

Buscaba algo de tranquilidad y naturaleza, y con un poco de suerte un encuentro en la selva con mis queridos amigos los chimpancés.

El asfalto desapareció y el camino de tierra rojiza lo compartía con mujeres trabajadoras, caminando kilómetros cargadas de peso sobre sus cabezas y con bebes a sus espaldas. Verdaderas heroínas…

Me dirigí hacia el sur, a la región forestal de Catanhez, y después de haber cruzado el Sáhara y el Sahel, pude disfrutar de los primeros ríos donde lavar ropa y refrescarme durante las horas más cálidas del día.

La vegetación cuanto más al sur se volvía más verde…

…y aquellos diminutos y escasos rincones donde el hombre todavía no había querido arrasar, aparecían una de las formas de vida más bonitas e impresionantes que la naturaleza nos ha podido brindar: los árboles.

Cientos de años para crecer…

…y unas pocas horas para ser destruidos…

Pero una vez más lo mejor de un país no eran sus paisajes, sino su gente…

 

Aquí os dejo un relato más amplio de mi paso por este maravilloso y desconocido país…(Guinea-Bissau)

 

 

 

 

 

11 thoughts on “Y por fin…¡selva!

  1. fantástico Javi ,que bonito, uffffff, que sensaciones transmites mas positivas…..

  2. ¡Felicidades por el blog! Es auténtico e increíble. No dejes de escribir y de contar tus aventuras. Sigue así.
    Un abrazo desde Brasil.

  3. que bueno kabiki, menudos contrafuertes los del arbolazo que aparece en una de tus fotos, espectacular!. Un abrazacoooo papito!!

  4. No te imaginas las sensaciones que me ha transmitido la foto del anciano. Impresionante!! Suerte

  5. Javi, leerte un lunes es tortura. ¡Qué maravilla de viaje! ¡Qué ganas de irme en bici por el mundo!

  6. Hola Javi, que envidia mas sana, para eso ay que estar muy bien mentalmente, un abrazo y continua con tu aventura, un ejemplo para todos los que nos gusta la aventura en bicicleta, nosotros disfrutamos viendo y leyendo tus fotos y comentarios

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